El ser humano siempre se ha empeñado en buscar respuestas, hasta en donde la solución parece tan simple se ahogan en un vaso de agua creyendo que hay más. Y lo peor no es esto, si no que, mezclado a ello, son egoístas, siempre pensando en ser únicos, y tal vez por ello en nuestra generación están aquellas "afirmaciones" de que somos la versión más avanzada de nosotros mismos en la línea de tiempo, pero, en mi opinión, somos los más estupidos, perdimos la cultura y la tradición por moda, dejamos de conectarnos con la naturaleza para matarla, dejamos de sentirnos parte de la tierra para explotarla, contaminarla y agredirla hasta el punto de que nos pide perdón sin saber que ha hecho... Construimos máquinas, alegamos que con ello somos más inteligentes, por lo contrario, estamos sucumbiendo a la ignorancia, porque dejamos que estos artefactos que nos brindan "comodidad" nos sumerja en la incertidumbre mental.
En aquellos tiempos en donde esta generación dice que éramos más ignorantes, creo que éramos más inteligentes, porque sabíamos complementarnos con el mundo, convivir con los animales, dejar que las estrellas nos guiaran, leíamos más libros significativos y si no es así, ¿cómo es posible que nuestros ancestros fueron capaces de predecir el futuro con tanta asertividad? ¿Cómo es posible que ellos pudiesen descubrir que el tiempo se cuantifica en horas, la duración de cada estación en meses y finalmente que cada ciclo de 4 estaciones diera en total lo que llamamos "año"? Nos parecen cosas simples, porque ya las sabemos, pero en aquellos tiempos donde el reloj no existía pudo haber infinidades de ensayos y error para lograr descubrir lo que ahora nos parece inutil; también quellas majestuosas pirámides de las cuales aún no estamos seguros de cómo pudieron mover toneladas de piedra, y sin embargo apilarlos geométricamente perfecto y en línea? Estos antepasados no tuvieron la posibilidad de una tecnología electrónica, pero esto les ayudó a ser más inteligentes, a leer, investigar, abrir sus mentes a algo más, quizás ellos ya descubrieron lo que nosotros jamás llegaremos a descubrir, nuestra generación ha sido la más mediocre, sólo ocupándose de tomarse "selfies" y presos de la opinión social, y de la aceptación de la masa invisible, si, masa invisible, porque fuera de esa pantalla que te encadena todos los sentimientos de seguridad y autoestima, no son nadie, solo varios perfiles cyberneticos igual que el tuyo, no les interesa realmente si eres inteligente, o si eres una persona valiosa, solo la belleza que es pasajera y los chismes que no son verdad. Ya no somos inteligentes, ya nos da igual el valor de la vida, no nos ocupamos en hacer verdaderas relaciones sociales, no fomentamos ya el arte, la escritura, la buena literatura, ahora solo son un montón de idiotas que sienten que son unos masters leyendo cincuenta sombras de Grey y citando a Paulo Cohelo... Porque si no fuera así, allá afuera cesaría la competencia de los cretinos por ver quién caza más animales, entre más exóticos y en peligro de extinción mejor, y también acabaría la avaricia de las naciones que permiten la exterminación de una raza por riqueza, seríamos más centrados, más conscientes, solidarios, sabios.
Esto es lo que pasa cuando el ser humano se cree el principio de todo, y superiores a todo, ya no creen que están dentro de la cadena alimenticia y el ciclo natural, hasta este mismo sentimiento de superioridad los ha llevado a exclavizar a otros de su misma especie, aquellos que poseen mayor egoísmo y avaricia no les conviene que tu nivel intelectual sea superior, por lo tanto, sus grandes inventos tecnológicos con los que te esclavizan, en realidad sólo desean tapar toda aquella inteligencia y creatividad de otros humanos para así poderlos controlar mejor, porque como existe un dicho, la masa es más fácil de manejar cuando es ignorante, porque aquel que sabe, es capaz de moldearlos a su antojo, ya que los que no, no poseen otro conocimiento que no sea el que les brinda ese "líder"... Pero tarde o temprano se darán cuenta de que inevitablemente se encuentran en la cadena natural, y que toda la sangre que han derramado por diversión pronto será su propia calumnia, y cuando eso pase ya será tarde... Ya no será la tierra y todos sus bienes naturales quienes pedirán perdón sin saber lo que han hecho, serán los mismos humanos, preguntándose qué habrán hecho para merecer esto, sin recordar o si quiera conectar la verdadera razón de todo este desastre.
domingo, 3 de abril de 2016
Enamorarse.
Parece una palabra tan complicada, la mayoría de las masas sociales creen que éste concepto se aplica bajo ciertas reglas o algún régimen para determinarse como tal, o por lo menos que se moldee a su ideal más cercana de lo que ellos entienden por amor.
El amor se expresa de distintas maneras, pero al fin y al cabo, terminan teniendo una similitud: la locura. No alego que mi concepto sobre el verdadero enamoramiento sea el único y universal aprobada por la RAE, pero es una opinión, un concepto que yo misma creé de esta curiosa palabra por cosas que aprendí y que descubrí, por cosas a las que no les había visto la otra cara de la situación y que creo, algunos que lean esta nota, pueden sentirse identificadas con mi manera de pensar o simplemente irán a las criticas negativas, cabiendo destacar que me valen una mierda porque aunque no esté de acuerdo respeto esos "prototipos" o "utopias" que se han creado a cerca del enamoramiento por parte de la sociedad, así que espero que ellos también respeten la mía aunque no cabe dudas de que siempre habrá alguien queriéndote llevar la contraria y si le es posible, cambiar tu manera de pensar para que se asemeje a la de ella... Y les digo que, el día que UNA IDEA SEA IGUAL A LA OTRA, no existirá la diversidad o aquella persona no posee personalidad... Las ideas ajenas pueden identificar algunas partes de tu personalidad, pero jamás ser completamente la que determine quien eres.
Bien, para comenzar, les pondré un ejemplo ya que así se entiende mejor.
¿Qué diferencia hay entre un "pintor" y un "artista"? Dejen de elaborar conceptos profesionales, nos iremos por lo más sencillo. Un pintor es aquella persona encargada de realizar trabajos de pintura conforme a los requisitos que les dé el cliente que los contrató (que si fondo celeste con líneas blancas o trazados verde esmeralda, que el amarillo no va con el gris, etc), siguen determinadas reglas para determinados trazados y sólo conocen una manera muy básica y neutral de pintar por las exigencias que les da su clientela, en cambio, un artista es aquel que combina colores y texturas según su preferencia, nadie les dice cómo hacerlo o qué hacer para que quede bien ya que puede expresarse como quieran. Se estarán preguntando que qué demonios tiene que ver las pinturas con el amor, oh, tienen mucho que ver... Imagínense que la persona que contrata al pintor, son de esas personas con los, digamos, "requisitos" que le colocan al amor "que no sea muy cursi, porque vómito pero tiene que ser detallista, etc" y el pintor es el amor... La persona que contrató al pintor nunca estará conforme con el trabajo que él le presente, aunque sea producto de sus propias ideas de exigencia, ya que las personas nunca estamos conformes, siempre queremos más o pensamos que de otra manera sería mejor, aunque la idea principal también haya salido de su propia cabeza, esa persona empieza a exigirle más al pintor, el pintor, por hacer que su cliente quede conforme, cambia los detalles, y vuelve a cambiar y VUELVE OTRA VEZ, hasta que se cansa de aquel cliente que se queja de todo y le recomienda que se busque a otra persona que haga mejor el trabajo, ésta persona se molesta, piensa que la culpa es del pintor que lo hace mal y no ha pensado en todas las veces que le hizo cambiar un color por una maldita indecisión. Por otro lado está el artista, amante de su trabajo, sin presiones ni exigencias, sólo están él, sus pinturas, sus pinceles y su lienzo, si le provoca, puede hacer un garabato y para él será hermoso... Trazos extraños, colores mezclados sin significado, retratos defectuosos y hasta manchones desiguales por pinturas salpicadas, pero amará con locura esas ideas, porque salieron de manera espontánea y luego las plasmó sin miedo, sin reglas... Ok, detengámonos aquí... Así, exactamente como los pintores pasa con el amor que he observado por mucho tiempo, las personas dicen estar enamoradas con los prospectos que pautaron para creer que el verdadero amor debe ser de esa manera, y luego quedan inconformes y vuelven a agregar otros requisitos más, y así, hasta que el enamoramiento se vuelve una rutina que conlleva al aburrimiento, se termina la relación, sufren, le echan la culpa al amor y la próxima vez, agregan otros prospectos (el siguiente no podrá ser así, tiene que ser menos celoso, más romántico PERO no meloso), sin darse cuenta que demasiadas exigencias es lo que hace daño, ya que la otra persona que quiera estar contigo sólo viene a ofrecerte sus sentimientos, no es un robot programado con lo que tu desees para no pasar disgustos con algunos defectos, otras veces rechazas a alguien que podría ser el amor de tu vida sólo porque no cumple con los requisitos. Por otro lado, el artista es como aquel enamoramiento del que aprendí, aquel amor que no le importa ser desigual a su pareja, que no le importa los defectos ni coloca prospectos tipo "si es meloso no me gusta" aunque no lo haya probado, es de aquellos amores locos que expresan cursilerías en público, y los "clientes" se espantan al ver que no se rigen a las condiciones que ellos tienen para enamorarse, y no se dan cuenta de que al no colocar reglas el amor es libre de volar como le plazca y la relación será más próspera, porque sin importar cómo sea o lo que sea, lo amas igual, porque así te enamoraste de ese cuadro, desigual, con diversos colores que denotan una locura cromática y que nunca te cansarás de él porque lo aceptaste tal y como vino a ti, sin ponerle ataduras.
El amor se expresa de distintas maneras, pero al fin y al cabo, terminan teniendo una similitud: la locura. No alego que mi concepto sobre el verdadero enamoramiento sea el único y universal aprobada por la RAE, pero es una opinión, un concepto que yo misma creé de esta curiosa palabra por cosas que aprendí y que descubrí, por cosas a las que no les había visto la otra cara de la situación y que creo, algunos que lean esta nota, pueden sentirse identificadas con mi manera de pensar o simplemente irán a las criticas negativas, cabiendo destacar que me valen una mierda porque aunque no esté de acuerdo respeto esos "prototipos" o "utopias" que se han creado a cerca del enamoramiento por parte de la sociedad, así que espero que ellos también respeten la mía aunque no cabe dudas de que siempre habrá alguien queriéndote llevar la contraria y si le es posible, cambiar tu manera de pensar para que se asemeje a la de ella... Y les digo que, el día que UNA IDEA SEA IGUAL A LA OTRA, no existirá la diversidad o aquella persona no posee personalidad... Las ideas ajenas pueden identificar algunas partes de tu personalidad, pero jamás ser completamente la que determine quien eres.
Bien, para comenzar, les pondré un ejemplo ya que así se entiende mejor.
¿Qué diferencia hay entre un "pintor" y un "artista"? Dejen de elaborar conceptos profesionales, nos iremos por lo más sencillo. Un pintor es aquella persona encargada de realizar trabajos de pintura conforme a los requisitos que les dé el cliente que los contrató (que si fondo celeste con líneas blancas o trazados verde esmeralda, que el amarillo no va con el gris, etc), siguen determinadas reglas para determinados trazados y sólo conocen una manera muy básica y neutral de pintar por las exigencias que les da su clientela, en cambio, un artista es aquel que combina colores y texturas según su preferencia, nadie les dice cómo hacerlo o qué hacer para que quede bien ya que puede expresarse como quieran. Se estarán preguntando que qué demonios tiene que ver las pinturas con el amor, oh, tienen mucho que ver... Imagínense que la persona que contrata al pintor, son de esas personas con los, digamos, "requisitos" que le colocan al amor "que no sea muy cursi, porque vómito pero tiene que ser detallista, etc" y el pintor es el amor... La persona que contrató al pintor nunca estará conforme con el trabajo que él le presente, aunque sea producto de sus propias ideas de exigencia, ya que las personas nunca estamos conformes, siempre queremos más o pensamos que de otra manera sería mejor, aunque la idea principal también haya salido de su propia cabeza, esa persona empieza a exigirle más al pintor, el pintor, por hacer que su cliente quede conforme, cambia los detalles, y vuelve a cambiar y VUELVE OTRA VEZ, hasta que se cansa de aquel cliente que se queja de todo y le recomienda que se busque a otra persona que haga mejor el trabajo, ésta persona se molesta, piensa que la culpa es del pintor que lo hace mal y no ha pensado en todas las veces que le hizo cambiar un color por una maldita indecisión. Por otro lado está el artista, amante de su trabajo, sin presiones ni exigencias, sólo están él, sus pinturas, sus pinceles y su lienzo, si le provoca, puede hacer un garabato y para él será hermoso... Trazos extraños, colores mezclados sin significado, retratos defectuosos y hasta manchones desiguales por pinturas salpicadas, pero amará con locura esas ideas, porque salieron de manera espontánea y luego las plasmó sin miedo, sin reglas... Ok, detengámonos aquí... Así, exactamente como los pintores pasa con el amor que he observado por mucho tiempo, las personas dicen estar enamoradas con los prospectos que pautaron para creer que el verdadero amor debe ser de esa manera, y luego quedan inconformes y vuelven a agregar otros requisitos más, y así, hasta que el enamoramiento se vuelve una rutina que conlleva al aburrimiento, se termina la relación, sufren, le echan la culpa al amor y la próxima vez, agregan otros prospectos (el siguiente no podrá ser así, tiene que ser menos celoso, más romántico PERO no meloso), sin darse cuenta que demasiadas exigencias es lo que hace daño, ya que la otra persona que quiera estar contigo sólo viene a ofrecerte sus sentimientos, no es un robot programado con lo que tu desees para no pasar disgustos con algunos defectos, otras veces rechazas a alguien que podría ser el amor de tu vida sólo porque no cumple con los requisitos. Por otro lado, el artista es como aquel enamoramiento del que aprendí, aquel amor que no le importa ser desigual a su pareja, que no le importa los defectos ni coloca prospectos tipo "si es meloso no me gusta" aunque no lo haya probado, es de aquellos amores locos que expresan cursilerías en público, y los "clientes" se espantan al ver que no se rigen a las condiciones que ellos tienen para enamorarse, y no se dan cuenta de que al no colocar reglas el amor es libre de volar como le plazca y la relación será más próspera, porque sin importar cómo sea o lo que sea, lo amas igual, porque así te enamoraste de ese cuadro, desigual, con diversos colores que denotan una locura cromática y que nunca te cansarás de él porque lo aceptaste tal y como vino a ti, sin ponerle ataduras.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)